Podemos decir que esta preciosa ruta asturiana nos sorprendió gratamente. Acantilados, bufones, una cueva, cascadas, ruinas y buenas vistas. Todo lo que se le puede pedir a una ruta costera, y los acantilados de San Emeterio sin duda no te dejarán indiferente.
¿Cómo llegar a los Acantilados de San Emeterio?
Para llegar al inicio de la ruta tendremos que cambiarnos a la comunidad vecina, Asturias. Por ello, deberemos conducir por la autovía A-8 en dirección Oviedo hasta la salida número 272 y continuar por la nacional N-634. Conduciremos por la nacional unos 6 kilómetros hasta desviarnos a la derecha hacia Pimiango, por la RD-1. Una vez en el pueblo deberemos continuar para llegar al mirador que es el lugar donde dejaremos el coche para iniciar la ruta.
💡 Turtle consejo
Si vais a realizar este sendero, os recomendamos concretar una visita a la Cueva del Pindal y completar así el día de ruta. Haced lo que os decimos, no lo hicimos nosotros… (No reservamos para visitarla…)
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Puntos de interés de la ruta
Creemos que coincidimos con muchos cuando decimos que empezar una ruta bajando no es la mejor opción, pero en este caso no nos va a quedar otro remedio que empezar así… Pero tranquilos, va a merecer la pena. Esta es una ruta sencilla y con mucho que ver.
Empezamos disfrutando de las maravillosas vistas al Mar Cantábrico que podemos ver desde el mirador de Pimiango. Desde este punto, comenzamos a descender por un sendero entre zarzales y argumas. Poco a poco nos vamos acercando a los acantilados que nos regalaran una vista preciosa. Os recomendamos acercaros como hicimos nosotros a ver la ensenada del Relojero, eso sí, si el tiempo lo permite. En este punto os podréis encontrar algún bufón, tan característicos de esta zona de la costa asturiana.
Tras disfrutar del mar, volvemos a la pista para adentrarnos en la que para nosotros fue una de las zonas más bonitas, la Ensenada de Moral. En este punto no vais a saber si estamos en el Caribe o en Asturias. La vista de los acantilados desde este punto es única y preciosa.
Continuamos por el sendero y nos encontraremos la entrada a la Cueva del Pindal. Si habéis seguido nuestra recomendación, la visita a ésta os llevará aproximadamente unos 45 minutos. Si de otro modo, habéis hecho como nosotros, este puede ser un buen punto para retomar fuerzas con algún aperitivo.
Seguimos para encontrarnos al poco con la ermita de San Emeterio y un poco más adelante las ruinas de la Iglesia Monástica Santa María de Tina. Desde este punto podéis subir ya a la pista que os llevará al mirador y finalizar la ruta o proseguir un poco más y asomaros a ver una bonita vista de la Ría de Tina Mayor. Tras esto ya solo os quedará continuar el track hasta llegar de nuevo al pueblo de Pimiango y después hasta el mirador y dar por concluida la ruta.