Ir a la montaña para practicar senderismo con tu perro es una de las mejores actividades que puedes realizar si eres un gran amante de la naturaleza y de los animales. Seguramente es uno de los planes con los que más forjarás vínculo con tu mascota, pero para que todo salga perfecto hemos querido hacer esta guía junto con una adiestradora y peluquera canina, experta en la materia.
Laura (https://lobonorte.com/) lleva realizando rutas junto a perros desde hace ya muchos años, y desde el punto de vista de educadora y guía canina, y reconoce que puede resultar complicado saber a veces qué rutas pueden ser aptas para ella y su peludo.
Por ello, os dejamos una pequeña guía para saber en qué fijarnos cuando hacemos una ruta de senderismo y queremos que nuestro perro nos acompañe.
Consejos para hacer senderismo con perros
Evita asfalto, rocas afiladas y sueltas
Por supuesto no es lo mismo ir por pista, un sendero, o asfalto. Ni para nosotros, ni para nuestro perro. Dependiendo del terreno por el que discurra la ruta, las almohadillas y articulaciones de nuestro perro pueden verse afectadas o no. Nosotros siempre recomendamos evitar asfalto, rocas afiladas y sueltas como pueden ser caminos de pizarra, y zonas con mucho hielo, pues pueden producir cortes y quemaduras a sus patitas.
Sin embargo, podemos ayudar a nuestro amigo a seguirnos en las aventuras con peores terrenos si usamos zapatillas especiales para sus patas, o cuidamos antes y después de sus almohadillas con pomadas y cremas especiales.
Siempre con agua durante el camino
El agua es fundamental para mantenerse hidratado en cualquier ruta de senderismo, y al igual que nosotros, los perros deben beber mientras caminamos. Ahora bien, como ellos sí pueden orillarse en un río, en una acequia o en un abrevadero para saciar su sed, está bien buscar rutas que ofrezcan la posibilidad de agua fresca a nuestro perro. Si no la hubiese, deberíamos poder cargar con al menos una botella solo para ellos, sobre todo si la ruta es larga, con poca sombra, y con cierta exigencia física.
Pasarelas voladas, caminos con escaleras verticales o de necesidad especial
Este tipo de rutas se hacen especialmente complejas para un perro, pues no podrá realizar estos tramos por sí solo. Algunos perros tienen miedo a los puentes colgantes, otros no querrán pasar por pasarelas complejas, y ninguno podrá, por ejemplo, agarrarse a una cadena para avanzar por un sendero sin garantías de caerse. Si tenemos suerte y nuestro perro es de un tamaño manejable, siempre podemos cargar con él en este tipo de tramos, pero si no es seguro ni para ti ni para tu amigo, te recomendamos dejarlo en casa esta vez.
Ir siempre seguros
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Respeto a la fauna y ciertos espacios naturales
Muchos de los parques naturales y nacionales no permiten la entrada a perros sueltos, y es por una buena razón. Cuando salimos a hacer rutas de senderismo con nuestro perro, tenemos cierto impacto en la naturaleza que nos rodea, y los perros tienen un impacto altísimo en el medio natural. No te vamos a decir que lleves a tu perro atado constantemente, solo que seas responsable y respetuoso con la flora y el entorno, pero en especial con la fauna. No dejes a tu perro nunca perseguir animales salvajes, ni mucho menos cazarlos. Ellos están en su casa, y tú, de visita. ¡Recuérdalo! Si tu peludo tiene tendencia a la predación, puedes buscar rutas más transitadas, con poco índice de fauna, o usar una correa de varios metros que pueda dar libertad a tu amigo sin poner en riesgo la tranquilidad y salud de los habitantes del lugar.
Cuidado con otros perros del entorno
Relacionado con el punto anterior está el hecho de que, en algunas rutas, sobre todo en aquellas más rurales, podemos encontrar perros trabajando, o incluso en libertad. Hay que tener especial cuidado con no molestarles, pero sobre todo con el peligro que puede entrañar que haya alguna disputa entre nuestro perro y ellos. Con ir con cuidado, debería ser suficiente, pero si no lo fuera, recomendamos dejarles tranquilos y dar media vuelta.
Sombra y sol
En muchas partes de nuestra geografía llega un momento del año en el que salir a pasear sin sombra es un suicidio, sobre todo para nuestros perros. El calor, aparte de deshidratarlos, sube las temperaturas del camino y puede llegar a quemar las almohadillas de sus patas, sobre calentar su cuerpo, y causar un golpe de calor. Recomendamos buscar rutas con sombra, o ríos, o cuya temperatura no ponga en riesgo la salud de nuestro perro.
Los kilómetros de la ruta
Puede parecer obvio, pero muchos guías suelen creer que su perro puede soportar cualquier kilometrada solo por el hecho de ser un perro. Sin embargo, como nosotros, no todos son capaces de soportar cualquier kilometraje. Por norma general, esto se puede entrenar. Primero rutas cortas, después más largas… Poco a poco será capaz de andar más kilómetros y podremos salir a hacer más rutas de senderismo con nuestro perro.
Otros senderistas
Cuando la ruta está demasiado masificada, hay perros que no lo pasan bien. Quizá sea miedo, quizá estrés o ansiedad, algunos se entusiasman tanto con ver a más personas que consiguen que ninguno disfrute la ruta. Ten en cuenta la cantidad de gente que puedes esperar, y piensa si tu perro es capaz de gestionarlo de una manera sana.
Tu propio perro
¡Pues claro! ¿Cómo vas a pensar en qué ruta es apta para perros sin pensar en tu propio amigo? Siempre tendremos en cuenta:
- Edad: Ni los cachorros ni los perros mayores van a poder soportar una ruta muy larga, con una dificultad técnica elevada, o sin descansar cada pocos kilómetros. Escoge rutas con poco desnivel, con zonas de descanso y donde poder beber, y que no suponga una gran intensidad emocional para ellos.
- Forma física: Un perro que acaba de pasar una convalecencia, que tiene unos kilitos de más o de menos, que tiene problemas respiratorios… Tendrá que llevar un ritmo, unos kilómetros y una pendiente que no agrave sus problemas y que su forma física pueda soportar.
- Complexión: La forma hace al perro, y si es un perro pequeñito como un chihuahua, posiblemente no pueda seguirnos el ritmo en algunas rutas igual que lo haría un border collie.
A grandes rasgos, podríamos resumir todos estos consejos para hacer senderismo con nuestro perro en tres: sé consciente de las capacidades de tu perro, piensa en la ruta y lo que promete, y no antepongas terminar al bienestar de tu amigo.
Esperamos que os hayamos ayudado a diferenciar una ruta apta para tu peludo de una que quizá le quede grande. Y ya sabéis, ¡a disfrutar!