La Cascada de Salinas de Oro es uno de esos rincones escondidos que sin duda merece la pena visitar. El agua del río Salado fluye a través de la compuerta de la presa de un antiguo embalse que ya ha quedado en desuso, esto hace que cree esta llamativa cascada.
Para llegar hasta la cascada realizaremos un cómodo paseo de 1,4 kilómetros sin ningún tipo de complejidad. Esta bien indicado por lo que es difícil perderse.
El nombre que recibe este entorno no es mera casualidad. La concentración salina de este agua es de 280 gramos por litro, lo que equivale a casi 10 veces más que el agua de los océanos. Flotar sobre sus aguas es una tarea bastante sencilla con ese nivel de salinidad.
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¿Cómo llegar a la Cascada de Salinas de Oro?
Para llegar a la cascada, deberemos llegar hasta la localidad que por nombre el mismo que la cascada, Salinas de Oro. Tomando como punto de referencia Pamplona, conduciremos por la autovía A-15 hasta la salida 92. En este punto cogeremos la N-700 en dirección hacia Arazuri.
Continuamos por esta misma carretera sin desviarnos durante 20 kilómetros hasta que lleguemos a nuestro destino, Salinas de Oro. A la entrada del pueblo encontraremos un aparcamiento gratuito a mano izquierda.