¿Alguna vez te habías imaginado de pasar por dentro de una cueva con tu propio vehículo? La Cuevona, bien nombrada por su gigantesca boca, te va permitir hacerlo porque esta cueva es atravesada por una carretera comarcal.
Son 300 metros de asfalto de una cueva de verdad, con sus estalactitas, estalagmitas y coladas. Además es la única vía para llegar al pueblo de Cueves (Asturias).
Podréis recorrerla a pie, ya que está parcialmente iluminada para poder observar todas sus formas geológicas y hay espacio para aparcar en sus salidas, pero recordad poneros un chaleco reflectante para evitar algún accidente, puesto que no hay apenas espacio en el arcén para caminar.
Como divertida curiosidad, antes de que se asfaltara e iluminara los ganaderos pasaban por aquí, y para no chocarse con las paredes se agarraban a los rabos de sus animales que tienen mejor orientación en la oscuridad.
¿Cómo llegar a la Cuevona?
Se encuentra a unos siete km de Ribadesella por la carretera que lleva al interior hasta el cruce de Junco, siguiendo un recorrido de gran belleza paisajista.
Iremos dirección Cuevas de Tito Bustillo por donde pasaremos los pueblos de La Huertona y Saldalla. La carretera llegará a un pequeño valle donde está la montaña que atraviesa La Cuevona. Tomaremos un desvío hacia Cueves y en apenas 1 kilómetro habremos llegado a nuestro destino.
Atravesando la cueva en el coche, veremos a la salida de esta un parking habilitado, donde deberemos dejar en coche si queremos recorrer la cueva a pie (¡recordad el chaleco reflectante!).
Más naturaleza
Tenemos varias rutas que podéis hacer por el entorno y que pueden ser de gran interés: