El Monte Castillo no solo esconde un bonito paseo hasta su alto y unas bonitas vistas del valle. En su interior se encuentran cinco cuevas, dos de ellas declaradas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. De estas cinco cavidades, dos se encuentran abiertas al público (El Castillo y Las Monedas).
¿Cómo llegar a Monte Castillo?
Para llegar a Monte Castillo, tendremos que llegar hasta la localidad de Puente Viesgo. Para ello, deberemos conducir por la autovía A-8 y salirnos en la salida número 223. En este punto cogeremos la N-623 en dirección a la localidad que tenemos como destino. Pasados 4 kilómetros, llegaremos a Puente Viesgo y aparcaremos en el parking público que nos encontraremos en el cruce que indica Las Cuevas de Monte Castillo. Es un parking amplio, por lo que, dependiendo de la época del año en la que vayáis y hora del día, no tendréis problema para aparcar.
💡 Turtle consejo
El mejor consejo que te podemos dar es que visites antes o después del paseo las cuevas que se esconden en el interior de la montaña y transportarte así unos cuantos miles de años en el pasado.
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Puntos de interés de la ruta
Comenzamos la ruta junto a la nacional N-623 para a los pocos metros desviarnos a la derecha y comenzar a subir entre las casas del pueblo. Pronto encontraremos la pista que no abandonaremos hasta la primera parada del paseo. Una vez llegados a la carretera, encontraremos el centro de visitantes y la entrada a varias de las cuevas que esconde el Monte Castillo. Desde este punto ya comenzamos a tener una bonita panorámica de todo el valle.
Retrocedemos unos metros por la carretera por la que se llega al aparcamiento de las cuevas para seguir por la pista que no abandonaremos hasta llegar al alto. En el transcurso de la ruta, encontraremos varias pequeñas entradas a pequeñas cuevas y varios respiraderos de estos. En estos puntos, cuidado si vamos con los peques de la casa.
Una vez llegados al alto, contemplaremos las preciosas vistas que nos regala el Monte Castillo. Aquí encontraremos una pequeña caseta que alberga una virgen y la cruz que corona el pico.
Desde este punto ya solo nos quedará retroceder sobre nuestros pasos para llegar de nuevo al coche y dar por finalizado el paseo.
