¿Sabías que el Monte Hijedo es una de las masas forestales caducifolias más extensas y mejor conservadas del norte de España? Situado entre Cantabria y Burgos, este monte esconde gran variedad de arboles que descubriremos a lo largo de los 11 kilómetros de sendero.
¿Cómo llegar al Monte Hijedo?
Para llegar al inicio de la ruta del Monte Hijedo, deberemos conducir primero hasta la localidad de Arija. Para ello tenemos varias opciones, ir por Reinosa o bien por el puerto del Escudo. Nosotros escogemos la primera opción.
Llegaremos a Reinosa por la autovía A-67 y nos saldremos en la salida 133 y continuamos por la CA-730 en dirección a Arija. Tras unos 20 kilómetros, llegaremos al centro de la localidad burgalesa y tomaremos el cruce a la derecha, por la BU-V-6423 en dirección a Santa Gadea de Alfoz. Pasado este pueblo, nos encontraremos un cruce a la derecha con indicaciones hacia el Monte Hijedo.
Unos 3 kilómetros aproximadamente después del cruce llegaremos al inicio de la ruta. Hay un pequeño parking en el que dejaremos el coche, prepararemos nuestra mochila y daremos comienzo a la ruta.
💡 Turtle consejo
Si tenemos que hacer una recomendación para visitar el Monte Hijedo es sin duda recorrer sus senderos en la época de otoño donde todos los arboles nos regalaran unos colores otoñales increíbles. Y, si por el contrario la realizáis en verano, cerca tenéis el Pantano del Ebro donde podéis terminar el día con un buen baño.
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Puntos de interés de la ruta
El Monte Hijedo en sí ya es un gran punto de interés, siendo este una de las masas forestales de árbol caducifolio más extenso del norte del país. Aparte de esto, nos regala dentro de él, unos pequeños rincones que merece la pena destacar.
Comenzamos la ruta andando sobre una cómoda pista que nos llevara hasta la imponente «cabaña» de Hijedo. Lo decimos entre comillas, porque más que cabaña es un caserón formado por vivienda, granja y capilla, todo ello en torno a un patio central el cual preside un tejo centenario. Sin duda, un rincón en el que pararse a observar.
Hasta este punto se camina a cielo abierto, pero después nos adentramos en la sombra de este bosque mixto, ya que nos encontraremos en su mayor parte robles y hayas aparte de grupos dispersos de tejos.
Vadeamos el arroyo de Hijedo en un precioso puente y seguimos nuestro camino a la sombra de algunos imponentes árboles que nos encontramos a la orilla del sendero que vamos recorriendo.
Cuando ya nos queda poco para salir de nuevo del bosque y llegar de nuevo a la Cabaña de Hijedo, nos encontramos con lo que para nosotros y para muchos es lo más bonito del monte, «El Gran Tejo». Un precioso árbol colocado encima de una inmensa roca, un lugar de autentico cuento.
Unos metros más adelante, nos encontramos un mirador que nos da una visión de lo inmenso que es el Monte Hijedo. Volvemos a la cabaña y desde aquí solo nos queda llegar al parking y dar por finalizada la ruta.