Un castillo, el Pantano del Ebro, Alto Campoo, Saja, la subida al pico Ropero y mucho más. Es todo lo que esta preciosa ruta que vamos a realizar por Campoo nos tiene preparado para un buen día de senderismo, ideal para ir acostumbrando a los más pequeños de la casa a subir picos asequibles.
¿Cómo llegar al Pico Ropero?
En primer lugar tendremos que dirigirnos hacia la capital campurriana de Reinosa por la autovía A-67. Tendremos que salirnos en la salida 136 (Reinosa Norte). Aquí deberemos coger la circunvalación junto al mercadona en dirección Alto Campoo.
Al final de la carretera nos encontraremos con otra rotonda, deberemos coger la primera salida por la CA-183 dirección Nestares. No abandonaremos la carretera hasta la localidad de Paracuelles, donde nos encontraremos al margen derecho el cruce a Argüeso por la carretera CA-823.
Una vez en el pueblo aparcaremos donde podamos, ya que no hay un aparcamiento como tal. Nosotros iniciamos la ruta junto al cementerio de Argüeso.
💡 Turtle consejo
A vuestra vuelta podeis parar en el Nacimiento del Ebro y conocer el lugar de donde mana el río más caudaloso de España y daros un paseo por su precioso parque.
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Puntos de interés de la ruta
Nada más empezar la ruta, vais a ver rápidamente cuál es el primer punto de interés. Y es que no pasa desapercibido el precioso Castillo de Argüeso, imponente en lo alto de una ladera y a los pies de los picos de Campoo. Podéis visitarlo por dentro al finalizar la ruta.
Continuamos ganando altura por el barranco de Argüeso para entrar de lleno en el Parque Natural de Saja – Besaya, y lo hacemos llegando al Alto de la Cruz de Fuentes. Desde aquí tenemos una bonita panorámica de todo el parque y es un buen lugar de partida para varias rutas por Saja.
Seguimos nuestro camino y tras pasar por el Alto de Cepelludo, llegamos al Pico Ropero (1492m). Desde su cima divisamos todo el pantano del Ebro, así como Reinosa y sus accesos. Esta situación privilegiada fue aprovechada por los Cántabros para levantar en el Castro de Aracillum, que resistió durante años los embates romanos.
Tras contemplar las vistas que nos regala el pico y, porque no, almorzar un buen bocadillo, retomamos el camino de vuelta. Llegados de nuevo al Alto de Cepelludo, cogemos la pista que baja al pueblo de Argüeso y damos así por concluido el día.