La ruta más sencilla de las que salen del pueblo de Pandillo es la que nos lleva por las Praderas de Ruyemas y nos permitirá disfrutar de las faldas de Castro Valnera. Destacar el bosque de hayas que recorreremos desde el que obtendremos las mejores vistas de la ruta hacia la gran mole de 1.718 metros que es el Valnera.
¿Cómo llegar a las Praderas de Ruyemas?
Para comenzar la ruta primero tendremos que dirigirnos al pueblo de Pandillo. Si venimos desde el centro o norte de Cantabria, la mejor opción es llegar hasta Sarón y una vez allí coger la carretera CA-142 que nos lleva hasta la localidad de Selaya. En este punto cruzamos el pueblo por la misma carretera y continuamos por la CA-262 que nos llevará por el puerto de la Braguía hasta Vega de Pas. Atravesaremos la plaza del pueblo, sobre el camino empedrado, y cogeremos la carretera CA-630 hasta Pandillo.
Si por el contrario nuestro punto de partida es el sur de Cantabria, tendremos que coger la N-623 y recorrer el Puerto del Escudo hasta la localidad de Entrambasmestas. Aquí cogeremos la CA-263 en dirección a Vega de Pas. A nuestra llegada al pueblo, giramos a la izquierda por la CA-262 en dirección a Selaya y como explicábamos anteriormente, al llegar a la plaza, por el empedrado, cogemos la carretera que va hasta Pandillo.
💡 Turtle consejo
Recomendamos madrugar un poco para encontrar aparcamiento en Pandillo puesto que salen varias rutas de allí y el espacio es limitado. También mucho cuidado si vais con el terreno mojado ya que la última bajada puede llegar a ser peligrosa ya que el desnivel negativo es considerable.
Tu seguro para tus escapadas por España y Europa con cobertura en las actividades de aventura a un 5% de descuento
Puntos de interés de la ruta
Tras cruzar el puente sobre el arroyo del Pandillo nos encontramos el primer cruce, a la izquierda podemos ir al Nacimiento del Pas, nosotros cogeremos el cruce a la derecha, a las Praderas de Ruyemas.
Casi la totalidad del recorrido discurre por un cómodo sendero con unas vistas increíbles y un invitado de lujo, Castro Valnera, con sus imponentes 1718 m.
A mitad de ruta nos adentraremos en un precioso bosque de hayas en el que, con un poco de suerte, podremos observar algún ciervo campando a sus anchas (nosotros tuvimos esa suerte).